Es tal vez el tipo de maniobra más conocida en los cursos prácticos de conducción, pero sigue
siendo fundamental para que el instructor tenga una idea bastante acertada del grado de dominio que el conductor tiene sobre
su vehÃculo, y al mismo tiempo sirve al conductor para fortalecer su confianza para encarar el resto de los ejercicios. Los
conos se ubican a la misma distancia, en una cantidad que puede variar entre cinco a diez conos. La intención es
fundamentalmente lograr que la velocidad se mantenga lo más constante posible, y ejercitar al conductor para que mantenga las
dos manos siempre en el volante, además de hacer que practique para maniobrar de la manera más rápida y precisa que pueda.
Es básicamente similar al slalon entre conos, pero haciéndolo en reversa, y los objetivos
son parecidos, con el agregado de tener que hacer un uso intensivo de los espejos, siendo una muy buena manera de hacer que el
conductor no mire hacia atrás, asumiendo vicios como modificar la posición de manejo o tomar el volante con una sola mano. Las
velocidades son más reducidas que hacia delante, pero se mantiene el objetivo de mantener la velocidad constante.